María Ezcurra
La otra cara de la máscara
22 de noviembre del 2022 - 31 de marzo del 2023Este proyecto no podría haberse realizado sin la participación de las estudiantes de francés que tomaron parte en los talleres ofrecidos por María Ezcurra en DARE-DARE. Expresamos nuestra gratitud hacia la artista, las estudiantes, las educadoras y las coordinadoras del CÉDA que estuvieron involucradas en esta maravillosa iniciativa.
Créditos de imagen: Las imágenes 1, 2, 3 y 4 muestran la participación de Lorena Merino Martin en los talleres ofrecidos por María Ezcurra como parte de su proyecto en DARE-DARE. La imagen de los luchadorxs fue creada en colaboración con Matias Orozco Ezcurra, Julia von Hertwig Moratti Rosa y Lev.
Durante más de un año, María Ezcurra ha estado trabajando en una serie de máscaras que exploran y revelan el conflicto entre nuestra necesidad de protección y la capacidad de transmitir nuestra propia identidad, profundamente afectada por esta reciente pandemia. Su proyecto para DARE-DARE, titulado L'autre face du masque (El otro lado de la máscara), pretende explorar de forma creativa las diferentes experiencias de un grupo de nuevos inmigrantes en Montreal y los elementos que participan en la (in)visibilización de nuestras identidades. Inspiradas en las tradiciones latinoamericanas, las prendas de protección, los trajes ceremoniales y la moda, estas máscaras funcionarán como una forma de expresión individual, un proceso colectivo y de reflexión performativa.
Explorando la subjetividad de los objetos personales, la obra de María Ezcurra se configura bajo una especie de arqueología del desplazamiento y la memoria. Le permite cuestionar y remodelar los límites físicos, emocionales y culturales del cuerpo y su relación con el lugar que ocupa. Entrelazando experiencias sociales y personales, sus esculturas, instalaciones, y acciones pretenden plasmar las múltiples relaciones que intervienen en la construcción de nuestras identidades. Los textiles son un rico material escultórico y un recurso performativo para el artista, con innumerables ventajas formales y posibilidades simbólicas. La ropa es un aspecto central de su proceso creativo, convirtiéndose en un lugar de intercambio y una forma de negociar el sentido de sí misma en relación con el mundo, con los demás y con nosotros mismos.
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